Así mismo, es muy recomendable pedir, cuando corresponda, un presupuesto escrito y debidamente desglosado con anterioridad a la compra de un producto o a la prestación de un servicio. En todo caso, debemos pedir siempre el correspondiente justificante, contrato o factura de la operación realizada así como, en su caso, la garantía debidamente sellada. Conviene también que guardemos la publicidad del producto o establecimiento. Todos estos documentos debemos conservarlos durante un periodo de tiempo prudencial ya que pueden ser necesarios cuando exista algún problema y son fundamentales para poder reclamar. Si al adquirir un producto o contratar la prestación de un servicio surge algún problema, debemos, en primer lugar, informarnos de los derechos que tenemos y, después, exponer directamente la queja y nuestra petición concreta ante el establecimiento donde se adquirió el producto o ante quien prestó el servicio para intentar llegar a un acuerdo amistoso. Si no conseguimos llegar a un acuerdo, conviene reiterar la reclamación por escrito, de modo que quede constancia de ella.
Cuando de esta manera no se consiga resolver el problema satisfactoriamente, tenemos las siguientes opciones:
- Presentar una reclamación por la vía administrativa.
- Acudir al sistema arbitral de consumo.
- Acudir a los Tribunales de Justicia.
Dia de atención al público: todos los miércoles en horario de 9:00 a 14:00 horas.